Seguro que te ha pasado alguna vez, o muchas veces que te apetece una cerveza bien fría, abres el frigorífico y descubres con una enorme tristeza que no te queda ninguna dentro. Te vas a la despensa y ves allí todas las cervezas… calientes, y te preguntas: ¿por qué siempre me pasa lo mismo?

Yo muchas veces he pensado: si se pudiera enfriar rápidamente… pues se puede! Estaba con un amigo y nos hemos visto en esta peliaguda situación. Cuando creía que estaba todo perdido ha saltado con un: espera que me han dicho una forma de enfriar rápido la cerveza! Por supuesto en ningún momento he albergado esperanzas de beberme en pocos minutos una cerveza fría pero cuál ha sido mi sorpresa al comprobar que realmente funciona.

Para realizar este método necesitamos en primer lugar un recipiente en el que pondremos las cervezas. Echamos cubitos, agua hasta cubrir la cerveza y un puñadito de sal. Metes el recipiente en el congelador y en menos de 5 min tienes las cervezas más frias del mundo! Si lo dejas fuera también dicen que funciona pero imagino que tardará un poquito más.

Materiales necesarios para el enfriamiento de cerveza

Materiales necesarios para el enfriamiento de cerveza

A mí con esto me basta, pero para el que tenga más inquietudes intentaré darle una explicación a este fenómeno químico. Cuando la sal entra en contacto con el agua se produce el fenómeno de la disolución, pero para que esto ocurra se necesita energía que se obtiene del “calor” del agua. De tal manera se enfría el agua rápidamente mientras que a la vez el hielo se derrite debido al contacto con la sal; esta disminuye la temperatura de solidificación.  En este proceso se toma energía del agua enfriándola una vez más. Si a este proceso lo ayudamos con la temperatura del congelador, el resultado es que tendremos en unos 3-4 min la cerveza muy fría.

P.D: vale con cualquier otra bebida. 😀

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