Con este post intentaré que a más de uno le pique el gusanillo y empiece a practicar y disfrutar el ejercicio físico. Sé que es complicado pero no puede ser imposible, o al menos eso me inclino a pensar.

El deporte es constancia

El deporte es constancia

La constancia es la clave

Cuando se practica una actividad deportiva del tipo que sea, lo más importante es la constancia. Así de conciso podría terminar este post porque es que no hay más. Por supuesto que es muy importante el calentamiento previo, el estiramiento posterior, una planificación de entrenamiento adecuada y demás aspectos físicos. Pero me reafirmo, la constancia es lo que te va a hacer ir a tope o tirar la toalla.

El ejercicio físico es súper agradecido siempre que sea uno constante. ¿Cuántas gente conoces que te dice: «Voy a empezar a salir a correr, necesito moverme» y se compran las zapatillas de turno y toda la equipación? Salen un día para estrenar la ropa con ilusión, salen el segundo día con mucho más esfuerzo… y en muy poco tiempo se desinflan. Dejan toda la equipación en el armario sin tocar y con unos remordimientos grandes. Esto pasa por no ser constante. A estas personas no les da tiempo a experimentar la mejora y es una pena.

Porque todo el mundo mejora, independientemente de su condición física, y eso es lo más grande del cuerpo humano. Estará el chaval de 20 años delgado que no haya hecho nada de deporte nunca, se enganche a hacer ejercicio y consiga pronto buenas marcas en lo que practique. Pero también estará la mujer de mediana edad con sobrepeso, que saliendo a andar con constancia note pronto una mejoría en su calidad de vida. Una vez consiguas ser constante por una temporada y experimentes las mieles de la mejoría, te garantizo que no querrás parar. Como el fumador que no puede dejar el tabaco y cuando no puede fumar se pone de mala leche, lo mismo.

¿Qué pasa si dejamos de entrenar?

Aún así, puede haber circunstancias en tu día a día que no te permitan seguir una rutina de ejercicio y entonces dejes de entrenar. Por ejemplo, se me ocurre que tengas un pico de trabajo durante tres semanas en tu empresa y coincida con la época que más frio hace en Murcia… ¡ah espera, que eso es lo que me ha pasado a mí! Pues eso, he estado durante tres semanas sin moverme y hace un par de días he cogido de nuevo la bici. ¡Muy duro…! las mismas cuestas parecen tener el doble de pendiente, las pulsaciones suben mucho a poca velocidad…y este es precisamente el segundo concepto que quería transmitir en el post. Si siendo constante se nota una mejora relativamente pronto, al cortar el ejercicio pierdes la forma de golpe. ¿He dicho antes que el cuerpo era agradecido? Pues sí, pero sólo si haces las cosas bien. Al final en esta vida no hay nada gratis.

En cualquier caso, sí que es importante que te diga que no todo el entrenamiento que has acumulado es en vano. Aunque ahora me haya pasado esto y lleve dos días sufriendo, estoy seguro que si mantengo la constancia durante un par de semanas recuperaré rápidamente las sensaciones que tenía antes. Quizá no llegaré al pico de forma que había conseguido rápidamente, pero desde luego mejoraré mucho más rápido que la primera vez que cogí la bici.

Y ya por sacar alguna conclusión a este post, si es que no te ha quedado clara aún.

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  • El ejercicio necesita de constancia, si no, no lo disfrutarás.
  • Si lo dejas por una temporada lo notarás al volver.
  • Una vez tienes una base de ejercicio ganada, la mejora será más rápida.

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Todos a hacer ejercicio!